Meditar no es dejar la mente en blanco (ese fue mi primer error)
El momento en que dejé de intentar hacerlo “bien” y simplemente me senté

Durante mucho tiempo pensé que no sabía meditar.
Intentaba sentarme en silencio, cerrar los ojos y… dejar la mente en blanco.
A los treinta segundos ya estaba pensando en la lista del súper, en el correo que olvidé contestar, en la conversación incómoda del día anterior. Entonces me decía: “No puedo meditar. No sirvo para esto.”
Y me levantaba frustrado, más estresado que antes.
Pasé años repitiendo ese ciclo.
Quería apagar mi mente como si fuera una computadora. Pero la mente no funciona así.
Meditar no es silenciar la mente. De hecho, es casi imposible hacerlo.
Meditar es aprender a observarla sin engancharte con lo que encuentras.
El objetivo no es dejar de pensar, sino dejar de identificarnos con cada pensamiento que aparece.
Es como ver una película desde el asiento del cine, sin meterte en la pantalla.
Cuando entendí eso, todo cambió.
Empecé a meditar en serio cuando dejé de intentar hacerlo “bien” y simplemente me senté a estar presente.
A veces con ruido, a veces en paz, pero siempre más consciente.
Porque el verdadero valor de la meditación no está en lograr un estado perfecto de calma…
Está en quedarte contigo, incluso cuando la mente está inquieta.
🌱 ¿Y tú?
¿También has sentido que meditar “no es lo tuyo”?
¿Te has frustrado tratando de apagar tu cabeza?
Cuéntame, me interesa saber cómo ha sido tu experiencia.
🧘♀️ A veces sentimos que necesitamos un respiro, pero no sabemos cómo dárnoslo.
Este curso de meditación es ese primer paso.
Si siempre has querido aprender a meditar, pero no sabes por dónde empezar, acompáñame.
Iniciamos el 16 de junio, por WhatsApp.
Serán 7 días de prácticas sencillas, acompañadas y diseñadas para ti.
Y empieza a regalarte un momento de paz al día.
🎁 BONO exclusivo para suscriptores
Como agradecimiento por estar aquí, te regalo un descuento de 15 USD si te inscribes esta semana.
Usa el código CAMINO15 al momento de pagar.