Es complejo el tema. Porque cuando no sabemos decir que no, y aceptamos algo, el otro no es consciente de que no queríamos decir que si. Las personas de comunicación pasiva, tenemos esa dificultad. O esa cualidad. Nos duele más decir que no, que decir que di a algo que nos piden. En cambio, hay otras personas que saben decir No. Y lo hacen. Si esa persona que sabe decir que no, pide algo, y le digo que si, no lo verá como un abuso. Yo podía decir que no, aunque no lo haya dicho.
Decía que es un tema complejo, porque implica más que un no o un si. Durante muchos años me sentía víctima si me esposo decía que no. Me martirizaba pensando que no era justo que yo dijera a todo que si y el no hiciera lo mismo.
El punto de equilibrio es la asertividad y evitar los extremos
Evitar ser "mártir" y evitar enojarse ante un no del otro.
A mi me ayudó mucho comprender que podía decir que no, que no tenía la obligación de asumir todos los problemas ajenos como propios, y comprender que era mi error sentirme víctima ante un no de mi pareja.
Tanto uno como el otro a veces necesitamos aprender a gestionar el pedir y el aceptar dar
A veces los "no" se sienten como un rechazo, pero creo que deberíamos verlo como una persona que sabe lo que quiere. Y por lo general, no todos sabemos lo que queremos. Así que practicarlo constantemente nos acerca más a nosotros mismos. Es un acto de amor propio.
Es complejo el tema. Porque cuando no sabemos decir que no, y aceptamos algo, el otro no es consciente de que no queríamos decir que si. Las personas de comunicación pasiva, tenemos esa dificultad. O esa cualidad. Nos duele más decir que no, que decir que di a algo que nos piden. En cambio, hay otras personas que saben decir No. Y lo hacen. Si esa persona que sabe decir que no, pide algo, y le digo que si, no lo verá como un abuso. Yo podía decir que no, aunque no lo haya dicho.
Decía que es un tema complejo, porque implica más que un no o un si. Durante muchos años me sentía víctima si me esposo decía que no. Me martirizaba pensando que no era justo que yo dijera a todo que si y el no hiciera lo mismo.
El punto de equilibrio es la asertividad y evitar los extremos
Evitar ser "mártir" y evitar enojarse ante un no del otro.
A mi me ayudó mucho comprender que podía decir que no, que no tenía la obligación de asumir todos los problemas ajenos como propios, y comprender que era mi error sentirme víctima ante un no de mi pareja.
Tanto uno como el otro a veces necesitamos aprender a gestionar el pedir y el aceptar dar
A veces los "no" se sienten como un rechazo, pero creo que deberíamos verlo como una persona que sabe lo que quiere. Y por lo general, no todos sabemos lo que queremos. Así que practicarlo constantemente nos acerca más a nosotros mismos. Es un acto de amor propio.
Si, muy de acuerdo con eso. 👍👍
Sufro de esto! Gracias por autorecordarmelo!