La nostalgia es una forma de conectar con una parte de nosotros mismos que sentimos perdida en el tiempo. Nos anclamos a esos recuerdos porque en ellos hallamos una versión más pura y auténtica de nuestras emociones. Es cierto que lo que echamos de menos son las sensaciones que nos producían... y eso vende, pues sí.
Me has hecho sentir leyéndote uno de esos momentos de la vida que aparece en tu pantalla: recuerdo desbloqueado. Mi primer pokemon fue el amarillo, en una game boy a color. Mi madre también pensaba que eran pequeños demonios que iban a hacer que me tirara por la ventana queriendo volar y tenía limitado jugar, media hora al día después de hacer la tarea del colegio.
Es cierto que conforme vamos creciendo, vamos apagando a ese niño interior. Casi haciéndole sentir que no lo necesitamos, qué equivocados estamos. Somos lo que somos gracias a él.
Sabes que mientras lo escribía me puse un poco triste. El niño interior está ahí dentro de nosotros, y cómo dices, lo vamos olvidando, relegando. Quizá esa nostalgia que sentimos, es un deseo por reconectar con ese niño interior.
La nostalgia es una forma de conectar con una parte de nosotros mismos que sentimos perdida en el tiempo. Nos anclamos a esos recuerdos porque en ellos hallamos una versión más pura y auténtica de nuestras emociones. Es cierto que lo que echamos de menos son las sensaciones que nos producían... y eso vende, pues sí.
Tu comentario me recordó a mi niño interior. Ese chiquitín que a veces se me olvida que está ahí.
A veces hay que recurrir a la nostalgia para conectar con esos auténticos deseos que nos aceleran el corazón.
Quizá por eso somos nostálgicos, para recordarnos a nosotros mismos de vez en cuando. }
Gracias por darte el tiempo de leer y comentar. Nos seguimos leyendo.
Me has hecho sentir leyéndote uno de esos momentos de la vida que aparece en tu pantalla: recuerdo desbloqueado. Mi primer pokemon fue el amarillo, en una game boy a color. Mi madre también pensaba que eran pequeños demonios que iban a hacer que me tirara por la ventana queriendo volar y tenía limitado jugar, media hora al día después de hacer la tarea del colegio.
Es cierto que conforme vamos creciendo, vamos apagando a ese niño interior. Casi haciéndole sentir que no lo necesitamos, qué equivocados estamos. Somos lo que somos gracias a él.
Gracias por compartirlo.
Gracias por leer, Javier.
Sabes que mientras lo escribía me puse un poco triste. El niño interior está ahí dentro de nosotros, y cómo dices, lo vamos olvidando, relegando. Quizá esa nostalgia que sentimos, es un deseo por reconectar con ese niño interior.