"Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión."
Dalai Lama
🙋♂️Una historia personal
Soy de los que creen que las personas llegan a nuestras vidas por alguna razón.
Hay algunas que están con nosotros toda la vida, y algunas otras fugaces como las estrellas. Sin embargo, por más corto que sea el tiempo en que interactuamos con ellas, algo aprenderemos de ellas.
Era un otoño tardío en Monterrey. Son de esas veces en que empieza a refrescar lo suficiente para traer un suéter. Las lunas se ven más grandes de lo normal y los atardeceres más naranjas dignos de una pintura de Bob Ross.
Conocí a una chica con la que había comenzado a salir. Yo supe desde un inicio que no iba a funcionar, pero como siempre, mi soledad me hacía aprovechar cualquier momento de interacción humana. Seguramente ella tampoco le terminaba yo de convencer, pero accedía a salir, supongo que por la misma razón.
Así que como toda relación que apenas inicia, empiezas hablando de lo más superficial de ti y poco a poco vas dejando ver tu verdadero yo, ese que está adentro con sus miedos y con sus inseguridades. No es que tratara de ocultar quién soy, pero sí de entrada le dijera que soy un tipo introvertido en medio de una crisis existencial, que abusa del alcohol y la marihuana; pues probablemente no habría espacio para una segunda cita. Igual se dio cuenta después.
Sabíamos que no iba a funcionar, pero parecía que me tenía que dar un mensaje. Algo de mi historia le resonó. Empatizó con ese joven de 28 años que estaba pasando por un segundo periodo depresivo.
Estábamos parados sobre un puente en un parque grande. El ocaso de fondo de un naranja-rosado espectacular. El viento fresco de otoño nos daba en la cara mientras yo me encogía de brazos. Veía el paisaje, cuando ella me dijo:
—Necesitas ser más compasivo contigo mismo.
Seguí mirando el paisaje mientras trataba de asimilar lo que me acababa de decir.
Yo ya había escuchado sobre la compasión durante ese año que estuve con los budistas. La monja hablaba sobre ser compasivos. Yo pensé que lo entendía. Recordé ese capítulo de House of Cards donde el personaje principal se acerca a un perro atropellado en la calle, llorando y gimiendo de dolor. Lo ve ahí sufriendo y decide cortar su sufrimiento matándolo en ese momento. Eso es compasión, pensé en aquel momento.
Pero nunca lo había pensado hacia mí mismo.
—¿Cómo puedo ser compasivo conmigo mismo?—pregunté como un niño que espera que le digan que hacer.
—Acepta que no eres perfecto y que está bien, que a veces no sepas qué hacer.
Yo no creía que era perfecto, pero mi mente esperaba que yo hiciera siempre todo bien a la primera. Eso es perfección. Quizá por eso estudié ingeniería, tenía sentido que alguien cuadrado estudie una carrera de ciencias.
—Ámate—dijo finalmente.
Después de esa vez, no la volví a ver. Es más, no recuerdo ni como se llama. Entregó su mensaje y desapareció de mi vida. A veces pienso que fue un ángel o un mensaje divino, y no puedo estar más en lo correcto.
🧘♂️ Una reflexión
La misma condición humana nos hace cuidar de otros. Está en nuestro ADN, seguro, pero nos olvidamos de cuidar de nosotros.
Cuando me uní a la cuadrilla de rescate de la planta en la que trabajaba; el bombero que nos estaba dando el curso de rescate abrió la plática diciendo:
Primero yo, después yo y por último yo
Nos daba a entender que siempre teníamos que anteponer nuestra vida antes que la de los demás. Una idea egoísta, pero es verdad. Es importante que uno se encuentre en buenas condiciones para poder ayudar a los demás. No puede ser de otra manera. Es la misma razón por la cual en las demostraciones de seguridad de los aviones te piden ponerte primero la mascarilla antes que a alguien más.
Andamos por la vida viendo a quien podemos ayudar todo el tiempo. Nos convertimos en padres de nuestros padres, cuidadores de nuestros enfermos y rescatadores de los más abandonados. Nos olvidamos de nosotros todo el tiempo.
Me dijeron que aprendiera a amarme, pero ¿Cómo se hace eso?
Cuida de ti
Como una madre que da protección a su hijo, haz cosas para cuidar de ti: prepárate una comida saludable, lleva un suéter cuando hace frío, lava tu ropa con una fragancia que te guste, haz tu cama después de levantarte o hazte un té caliente.
Como un padre da sustento a su hijo, haz cosas que te den herramientas: aprende habilidades nuevas, sé productivo en tu trabajo, ahorra e invierte tu dinero, compra cosas de calidad, desarróllate como persona y como profesionista.
Estas son algunas cosas que harías por tus hijos, o una persona que amas, pero pocas veces las hacemos por nosotros mismos. Comienza por ahí.
No eres perfecto
Se nos olvida que es de lo más humano cometer errores y sentirnos terribles por ello. Esa conversación que tuviste con tu jefe está dando vueltas una y otra vez en tu cabeza, imaginando escenarios alternos. Esa criptomoneda que parecía era la revolución del mundo resulto ser una estafa donde solo muy poco salieron ganando. Esa vez en que dijiste a una persona que la amabas muy rápido y eso terminó por alejarla para siempre.
Sí, somos una colección de errores, pero en vez de aprender de ellos, les tenemos miedo. Miedo a volver a sentirnos como unos completos imbéciles. Parados ahí con tu carota mientras el resto del mundo se ríe de nosotros.
Qué más da que se rían. Un error bien aprendido se puede convertir en un acierto en el futuro.
Sé más compasivo
Reconoce que eres un simple humano. No hay nada especial en eso porque todos somos humanos. Nos sentimos igual todo el tiempo. Algunos tratan de fingir que son especímenes humanos únicos, arriba de un Lamborghini con un abdomen perfecto. Pero yo sé su secreto: es un simple humano.
Observa la humanidad que está en ti. Es normal sentirse abrumado, triste, enojado, feliz y un sin fin de emociones que van brotando en nuestro cuerpo y mente. Recuérdate que está bien lo que estás haciendo. Si no funciona, inténtalo de nuevo.
La vida es sencilla, pero no es fácil. Entonces relájate un poco y ámate. Lo estás haciendo bien.
💭 Tu opinión es importante
Me encantaría saber qué piensas sobre este artículo. Deja tus comentarios abajo y comparte tus reflexiones. Además, si crees que a alguien más le podría interesar, ¡no dudes en compartirlo en tus redes sociales! Tu participación me ayuda a mejorar y a crear contenido que realmente disfrutes.
❗ Tal vez te interese:
De la depresión a la misión. Descubre quién eres, qué quieres y cómo lograrlo.
¿Cómo encontrar el sentido de tu vida y salir de la depresión? Conozco tu historia, porque yo la viví.
Ser Humano: Vida, Iluminación y Muerte
Una visión más amplia de la existencia, al comprender que hay algo mayor que nosotros mismos
El antídoto al caos
Encontrando orden y significado a través de las 12 reglas de Jordan Peterson.
** Si no has recibido el libro después de suscribirte, revísa tu bandeja de spam o envíame un mensaje.
Que importante es esa compasión hacia uno mismo.
Creo que somos un conjunto de creencias y valores de vida según la hemos vivido.
Yo personalmente no sé practicar la autocompasión sin sentirme egoísta o que no estoy siendo buena persona. Supongo que es el entorno en el que creces. Para ser buena persona debes dar por los demás antes que por ti, o así lo he creído siempre. No estaba bien visto el hablar bien de uno mismo y mucho menos ponerte por delante de tu prójimo. Y ahora nos toca aprender que si no te cuidas tú nadie lo hará por ti.
En mi caso empecé a darme cuenta muy tarde que eso es así, cuando mis hijas crecieron y me di cuenta que llevaba una vida viviendo para los demás. Ahora me toca aprender a tener voz y voto en esta vida y las consecuencias que ello conlleva. En un entorno mal acostumbrado cuesta ponerte primero sin ser juzgado.
Empecemos a querernos y a perdonarnos.
Todo pasa por algo. 😊
Que lindo y que complicada la compasión y mucho más la autocompasión ♡