“Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido.”
George Eliot
En el tercer semestre de la carrera me hice la pregunta que todos nos hicimos alguna vez durante la universidad:
¿Me equivoqué de carrera?
Cuando elegí Ingeniería Mecatrónica me imaginé que iba a estar haciendo fabricando los primeros robots estilo la película Yo, Robot. Me emocionaba la idea de crear humanoides que hicieran más fácil mi vida.
Flash-forward a mi primer trabajo, me encontré trabajando en mantenimiento de líneas de producción automotriz. Esto no era lo que yo había soñado 5 años atrás. Me encontraba usando un traje antiestático la mayor parte del tiempo, oliendo solventes y estando en posiciones que mi rodilla me recordaba que eran imposibles. Yo nunca me apunté a esto el día que decidí estudiar Mecatrónica.
Así que si pudiera haber hablado con mi yo de tercer semestre preguntándose si se equivocó de carrera, le diría: Sí, te equivocaste.
Pero era muy tarde. No tenía el deseo de volver a la universidad durante otros 4 años y echar todo a la basura. Así que decidí reinventarme. El primer paso fue reconocer que estaba en un trabajo que no me gustaba y vivía en una ciudad que no me gustaba. Estuve investigando qué otros trabajos podría aplicar con la carrera que estudié y empecé a filtrar temas de interés.
Poco a poco fui eliminando opciones hasta que encontré que podía convertirme en Project Manager en proyectos de automatización. Ahí comenzó un largo camino de preparación y aprendizaje y eventualmente llegué ahí.
Si bien, el día de hoy no estoy involucrado en la creación del mismo futuro que vi en Yo, Robot, siento que estoy haciendo algo que me gusta y sabiendo que uno se puede reinventar en cualquier momento cuando las cosas dejan de ser atractivas.
Para poder reinventarte necesitas reconocer que el cambio es necesario. Nuestra insatisfacción es el principal indicador de que algo necesita suceder para que haya cambio. Primero te das cuenta de que algo no está bien, después decides que tienes que cambiar, y por último comienzas la búsqueda.
Algo no está bien.
Uno sabe cuando necesita reinvención. Es ese momento en que las cosas pierden su sabor, su color. Lo que antes hacías apasionadamente y que hoy se volvió repetitivo y aburrido. Cuando estás dónde no te gusta estar. Cuando las personas que te rodean ya no llenan. Y por supuesto, cuando ya no eres feliz.
Tienes que cambiar
Debes de hacer un compromiso contigo mismo. Por lo general sabemos los cambios que tenemos que hacer: comer saludable, hacer más ejercicio, dormir bien, evitar el alcohol, azúcar, drogas y todo eso que se sabe que nos hace mal. Sin embargo, si no hay un compromiso con uno mismo, es imposible apegarte a una dieta, a una rutina de ejercicios o cualquier otro intento por mejorar.
Haz el compromiso y desarrolla la disciplina o la fuerza para hacer lo que tienes que hacer.
La búsqueda
Vas a llegar a un punto donde no tienes muy claro qué hacer o que es lo que sigue. Es normal, y eso está bien. Puedes comenzar con pequeños experimentos a hipótesis que tengas. Por ejemplo, vas a probar si dormir 8 horas tiene un impacto en tu estado de ánimo.
También puedes explorar alguna pasión que tengas. En la guía para encontrar pasiones, te digo que busques en lugares conocidos o pocos convencionales. Puedes pensar en hobbies del pasado o cualquier otra actividad que por alguna razón dejaste de hacer.
Lo importante es probar y probar hasta que encuentres algo que se alinee a tu nueva versión.
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Justo ahora estoy viviendo un proceso de transformación personal y de reinventarme, en un intento por alinear lo que hago profesionalmente con la persona que soy y el mundo que quiero ver (lo cual no necesariamente tiene que ver con mecatrónica). Deshacerse de las acepciones que uno tiene de uno mismo no es tan fácil como me imaginé. Dejar ir una identidad para adoptar otra más acorde a la persona que soy hoy suena fácil: lo difícil es darme permiso a mí mismo de, como dices, "tirar todo a la basura" (lo cual a fin de cuentas no es del todo cierto, toda experiencia cuenta).
¡Un abrazo!