Sobre la ciencia
Dicen que los ingenieros pecamos mucho de ser cuadrados. Y cómo no, si utiliza como base las ciencias.
Eso ha representado un gran dilema toda mi vida. Tuve el don (o la desgracia) de que se me faciliten estos temas. Aún me sorprende esa época en mi vida en que podía resolver triples integrales, ecuaciones diferenciales, y emocionarme cuando resolvía una transformada de Laplace.
Así es la escuela de ingeniería: utilizan el método científico para darle entendimiento al mundo. A veces por medio de números, ecuaciones o conceptos abstractos. Y eso está perfecto, porque gracias a la ciencia se han podido desarrollar productos que nos facilitan nuestra vida. Todo bien con la ciencia… hasta que se enfrenta a conceptos que no puede responder (aún).
Los hombres de ciencia tienden a cerrarse a las evidencias. Si hay algo que no es comprobable, entonces se descarta por completo. Si hay algo que no se puede categorizar dentro de los estándares, entonces se rechaza.
Es por esa razón que con el tiempo comenzamos a desarrollar una mente más cerrada, sin la oportunidad de sorprendernos por los misterios del Universo que aún no tienen explicación científica.
¿Cómo le explicas a un hombre de ciencia la aparición sobrenatural de un fantasma?
¿Cómo explicar la experiencia de un viaje astral?
¿Cómo describir la intervención angelical?
¿Cómo poner en palabras una experiencia cercana a la muerte?
¿Cómo detallar minuciosamente las sincronicidades del día a día?
Aquí es donde la mayoría de las personas dejan de leer, porque este texto parece que se convertirá en uno de esos loquitos del centro que tratan de hablar de teorías conspirativas. Lo entiendo, yo soy igual, porque yo soy un hombre de ciencia.
En mi cabeza hay un debate claro cuando me ocurre algo que parece que no tiene una explicación lógica. El cerebro hace su trabajo: trata de encontrar patrones y categorizarlos de una manera lógica, así que cuando llega una situación y no la puede categorizar, entra en un estado de confusión y rechazo.
La mente no está lista para no entender, siempre está buscando el entendimiento, es parte de nuestra naturaleza humana, evadir la incertidumbre. Así que cuando no tenemos una respuesta clara, entonces inventamos.
Así lo hicieron nuestros antepasados:
No entendían al sol, así que pensaron que era un dios.
No entendían a la lluvia, así que pensaron que era un dios.
No entendían a los rayos, así que pensaron que era un dios.
El ser humano crea ficciones con tal propósito de darle un significado a aquello que no podemos entender. Ahí es cuando llega la ciencia, a tratar de explicar la hora exacta de la salida del sol, la probabilidad de lluvia durante la semana o unos pararrayos que ayuden a minimizar el peligro, eléctrico en una tormenta.
Pero aún nos quedan muchas cosas por explicar, para lo que la ciencia no tiene una respuesta clara. Así que mientras llega la tecnología para dar esas explicaciones, entonces seguiremos filosofando, creando metáforas e ilusiones que alivien el deseo de entender las cosas que nos suceden.
Sobre la verdad
Hay muchas corrientes que proclaman tener la verdad.
Las primeras que me vienen a la mente son las religiones. Cada una postula que su verdad es “la verdad” y eso solamente ha creado desacuerdos que han terminado muy mal.
Pero eso mismo pasa con filósofos, historiadores, políticos y científicos. Si todos creen tener la verdad, entonces ¿Qué es la verdad?
Si tratamos de recurrir a nuestro propio intelecto, nos daremos cuenta muy rápido que no llegaremos a ningún lado. En primera instancia te podría decir que ese “Dios” al que adoras es irreal y no muy diferente a aquel que adoraban los aztecas que llamaban Quetzalcóatl. Entonces te podría hablar del Big Bang, de la evolución de las especies y eventualmente llegar a la teoría de cuerdas. Pero, ¿cómo es la metafísica diferente al antiguo testamento?
Existen allá afuera diferentes narrativas, que erróneamente se consideran verdades, pero todo parece indicar que son exactamente lo mismo: engaños.
Antes de que me linchen, no estoy diciendo que tu creencia “está mal” o es “falsa”, porque no va por ahí, Lo que trato de decir es que son metáforas que adoptamos para que nuestra vida tenga sentido.
Lo he dicho antes, envidio a las personas de fe, porque para ellas no existe duda alguna de su creencia. Pero para mí, no he encontrado esa metáfora que me ayude a darle sentido a mi vida. Yo también vivo en una ilusión, solo que la mía no está representada en un ser todopoderoso, sino en la falta de uno benévolo.
Entonces, ¿vivimos en una mentira y no hay manera de encontrar una verdad absoluta? No lo sé. Al menos lo que nos queda es inventarnos una narrativa que nos funcione; una que me aliente a mejorar cada día, a despertarme ilusionado y que me permita ser útil para el mundo.
“Si un artesano estuviese seguro de soñar todas las noches durante doce horas seguidas que era rey, yo creo que sería exactamente tan dichoso como un rey que soñase todas las noches durante doce horas que era artesano” - Blaise Pascal
¿Y esto para qué me sirve?
Comencé este texto en referencia a un texto de Nietzche que habla sobre la verdad, e hice mi mejor esfuerzo por darle una interpretación. Sin embargo, me quedé pensando cómo podía usar esta información a mi favor y no quedarme solo con este vacío existencial que produce pensar que vivimos en una mentira.
Adopta una mentalidad abierta
Acepta que algunas cosas pueden permanecer inexplicables. Esto te ayudará a no buscar respuestas conclusivas y te permitirá acceder a nuevas experiencias y conocimientos.
Crear tu narrativa
Si vivimos inmersos en una mentira, ¿Por qué no mejor vivir en una mentira que te acomode mejor?
Lo más probable es que la mentira en la que vives es producto de la sociedad, la comunidad o el círculo social cercano en el que te desenvuelves. Si eso que te ofrece tu círculo no te llena, entonces es momento de botarlo e implementar una que este a tu favor.
Integrar diferentes perspectivas
Aprende a combinar enfoques filosóficos con conocimientos científicos, religiosos o espirituales. De esta manera desarrollas una visión más holística del mundo. Esto puede ser muy beneficioso para tener una conexión más profunda con el mundo y un mejor sentido de propósito.
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Mentiras pueden ser sanas?