
Yo dejé de hacer propósitos de año nuevo desde hace mucho tiempo.
¿A quién quiero engañar? Nunca los cumplí y nunca los voy a cumplir.
Pero eso no significa que tenga metas para cumplir en un año. Simplemente, los propósitos no me sirven. Para mí, necesito que sean más profundos; necesito un plan o una visión de por qué estoy haciendo lo que hago.
Los propósitos se quedan muy en la superficie, como si de una lista del súper se tratara. No es sorpresa que al final no logro concretar nada de eso.
Por esta misma razón, los gimnasios están llenos en enero, pero para abril están completamente vacíos. El modelo de negocio de los gimnasios está diseñado para comprometer a personas altamente motivadas al inicio del año, apostándole a que no harán uso de sus instalaciones el resto del año. Básicamente, dinero gratis.
Pero, ¿Qué diferencia hay con aquellos que sí persisten el año completo haciendo ejercicio? Pues que tienen un plan y una visión.
La visión es importante, porque te ayuda a desarrollar una imagen idealizada, tuya. Ese es el objetivo a alcanzar. Y como toda imagen idealizada, nunca lograremos esa versión, pero sí una aproximación a ella. La visión nos ayuda a decidir la dirección que debemos tomar.
El plan es importante, porque establece los pasos que debemos tomar para lograr esa visión idealizada. Se enfoca en áreas, y establece maneras específicas para monitorear el progreso. Mediante un plan, un objetivo que parecería inalcanzable, ahora se hace tangible.
Pero hay algo que no te he dicho, pero es bien importante tomar en cuenta: ¿Dónde estás parado hoy?
De nada sirve tener una visión o un plan, si no eres consciente de donde te encuentras el día de hoy. No puedo plantearme correr 10 km si no he entrenado lo suficiente en los últimos meses. Tu visión se hace más realista cuando tomas en cuenta tu punto de partida. Tu plan tiene una estructura si sabes dónde empezar. Suena sencillo ¿no?
Lo difícil es la ejecución, pero para eso habrá otro artículo.
Vida en Balance
En mi libro “De la Depresión a la Misión” presento la idea de la Vida en Balance.
Existen varias áreas que conforman nuestra vida, y es nuestra responsabilidad desarrollar cada una de ellas. La parte difícil es balancearlas, porque habrá algunas áreas que demanden más esfuerzo que otras. Además, la vida está cambiando constantemente, que es importante ajustar regularmente.
Las áreas que tenemos que dominar son:
Relaciones
Espiritualidad y Salud Mental
Finanzas Personales
Estado Físico
Recreación y esparcimiento
Contribución a la sociedad
Responsabilidades
Sexualidad
Desarrollo profesional
Lo interesante de la vida en balance es que no hay reglas ni estándares. Cada quien balancea su vida a como mejor le convenga. Además, la situación de cada uno de nosotros es diferente. Por ejemplo, alguien puede tener muy buenas relaciones personales, pero sus finanzas están mal.
Entonces, no hace sentido que todos vayamos detrás de la misma zanahoria, sino que debemos prestar atención a aquello que necesita atención.
Para ello, he creado una manera de analizar objetivamente la situación en la que me encuentro en cada una de estas áreas.
Para cada área, crea una tabla que contenga las siguientes columnas.
Qué quieres mejorar: identifica eso que podría ir mejor.
Cuál es tu visión: explica brevemente cómo podrías mejorar la situación.
Cuál es tu propósito: describe la razón por la cual necesitas mejorar la situación. Es el “por qué”.
Qué recursos tienes: identifica cuáles son las herramientas que te ayudan a lograrlo.
Cómo lo harás: piensa en el primer paso que necesitas para obtener el resultado.
Meta a 1 año: describe cómo debería verse esa situación en un año.
Evaluación: da una calificación a tu situación actual. Cuando hagas tu revisión podrás ver si hubo una mejora o no.
Para que quede más claro, te dejo el ejemplo que yo uso:
No te voy a mentir, a lo largo del año voy actualizando la tabla, porque al inicio del año me siento más optimista, pero al pasar los meses me voy dando cuenta que quería lograr muchas cosas, pero la vida te va diciendo por donde sí y por donde no.
Algunas personas me han dicho que hacer todo este proceso es una pérdida de tiempo, y quizá tienen razón. Pero para mí ha representado una manera de sentir que tengo el control y que a nivel inconsciente trabajo por lograr esas mejoras.
En los momentos que me siento perdido y abrumado, basta con regresar a esta tabla para darme cuenta en dónde estoy parado y cuáles son los siguientes pasos.
Inténtalo y me cuentas.
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