💡 Una Cita
“No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea”
—Séneca
🎶 Canción de fondo para leer el Newsletter
🙋♂️Una historia personal
Solía pensar que las posesiones materiales te traían paz.
Era una tarde justo después de una lluvia que terminó por refrescar el día. Era el momento perfecto para salir al parque a correr.
Mientras intentaba mantener el ritmo, iba admirando el paisaje. Las nubes grises y el sol asomándose detrás de ellas. Un arcoíris aparecía para decorar el verde de los árboles en mi ruta.
Intentaba concentrarme en mi respiración. Era como una especie de meditación en movimiento, pero no podía dejar de admirar las casas elegantes frente al parque.
En aquel entonces vivía en un departamento relativamente grande, pero muy viejo. La cocina tenía cucarachas por todos lados, los pisos me recordaban a la casa de mi abuela, y el techo de la lavandería estaba chueco.
Mientras miraba las fachadas de esas casas me imaginaba comprando una de esas casas elegantes. Me veía tomando una cerveza en las mecedoras del porche o sacando a pasear a mi perro al parque que convenientemente estaba enfrente de la casa.
Me gustaba hacer estimaciones de cuánto costarían las casas que me gustaban. ¿6 millones? No, probablemente estén cerca de los 9 millones. Pensaba que si era capaz de atinarle al precio, podría entonces programar mi mente para generar esa cantidad de dinero y ser capaz de comprarla. Mejor aún, seguro el dueño de esa casa está a punto de morir y sus hijos querrán rematar la casa. Esa sería mi oportunidad de comprar una casa barata.
Fue entonces cuando me di cuenta de todas las implicaciones que eso conlleva.
Tendría después que pagar los impuestos, el predial y además de renovaciones que necesita la casa. Las casas tenían fachadas bonitas, pero seguramente tenían más de 30 años de construcción.
En mi cabeza llevaba la cuenta, la casa ya no costaba 9 millones, llegué a la conclusión de que estaría más cerca de los 20 millones, precio final. Una locura.
Me invadió una sensación de derrota. Jamás podré tener una casa así. En aquel momento apenas me alcanzaba para pagar la renta y yo pensando en comprar una casa de 20 millones. Eso no terminaba ahí, ¿Cuánto costaría mantener una casa de ese tamaño? Mi fantasía moría en ese momento.
Terminé mi carrera y me recosté en una banca del parque. Miré el cielo nublado tratando de identificar los diferentes colores del arcoíris, y pensé que contemplar la naturaleza era gratis.
En ese momento me di cuenta de que las cosas materiales no te traen paz.
🧘♂️ Una reflexión
Los medios se han encargado de convencerte de que tienes carencias. No eres lo suficientemente guapo. Eres un perdedor si andas en transporte público. Rentar es tirar tu dinero. Tu celular no tiene suficientes cámaras. En fin, no te alcanza la vida para acumular tantos bienes materiales; siempre habrá algo que te falta.
Tener más cosas agrega complejidad a tu vida. Por ejemplo, tener un carro implica pagar un seguro, lavarlo cada semana, hacerle mantenimientos cada año, pagar por estacionamiento, estar preocupado por los rayones y los robos.
Constantemente estamos pensando cómo mejorar nuestra vida. A eso se le conoce en inglés como Upgrade. Siempre buscamos ese upgrade: unas palomitas más grandes en el cine, la versión pro del iPhone, el café con adaptógenos, el carro con calentador de asientos, o ponle el nombre que quieras. ¿Y si lo hacemos al revés?
El Downgrading sería lo opuesto, buscar la simplicidad en los objetos materiales. A diferencia del minimalismo, el downgrading no busca tener menos, sino simplificar lo que ya tenemos.
Bajo esta idea, quizá no pienses en comprar una casa, y mantener rentando un departamento que está bien ubicado. El celular que tienes de hace 5 años sigue funcionando perfecto y no tiene ningún rasguño. La ropa no tiene que ser de diseñador. Las palomitas pueden ser pequeñas.
Aprendí que las cosas materiales sí pueden resolverte muchas cosas, pero entre más posees, más complicado se convierte. Es por eso que intento mantenerme lo más simple posible.
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El autor presenta una visión más amplia de la existencia, al comprender que hay algo mayor que nosotros mismos. Este libro recopila sus pensamientos y reflexiones que pueden darnos la motivación para encontrar la felicidad y vivir con propósito.
Muy buen artículo. A ver si algún día escribimos algo juntos ;)
Es importante entender que la capacidad de que algo nos haga felices no nace del objeto en sí. Si así fuera, un mismo objeto (por ejemplo un coche) le haría a todo el mundo feliz. Pero no es así. Para gustos los colores. Por eso que algo nos haga felices, nace de nosotros. Si nace de nosotros... ¿por qué necesitamos tantas cosas?
Thoreau escribió en Walden: “Veo jóvenes, mis vecinos, cuya desgracia es haber heredado granjas, casas, graneros, ganado y herramientas; porque es más fácil adquirir estas cosas que deshacerse de ellas.”